RECOMENDACIONES PARA EVITAR GOLPES DE CALOR
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RECOMENDACIONES PARA EVITAR GOLPES DE CALOR

Con el avance del verano y el incremento sostenido del calor, se vuelve indispensable prestar atención a un fenómeno cada vez más habitual: el agotamiento y el golpe de calor. Profesionales del Hospital de Clínicas advierten sobre la necesidad de extremar cuidados en un contexto de olas de calor más frecuentes, máximas inusuales y cambios bruscos en el clima.

Los elevados registros térmicos representan un riesgo para la salud, particularmente en los grupos más vulnerables, como los niños menores de un año, adultos mayores de 65 o las personas con ciertas patologías crónicas. “El agotamiento por calor aparece antes de que se alteren los mecanismos para regular su temperatura. Este se manifiesta con sudoración excesiva, cansancio, debilidad, calambres, náuseas, cefaleas, mareos y en los niños se puede manifestar también con irritabilidad, llanto excesivo, inapetencia y piel irritada por sudor excesivo (cuello, axilas y zona del pañal)”, señala el Médico Clínico Dr. Diego Sánchez Gelós (MN 117.604) del Hospital de Clínicas de la UBA.

Cuando se pierden los mecanismos de regulación de la temperatura corporal aparece el golpe de calor, este agrega fiebre mayor de 39°C, piel roja, caliente y seca, falta de lágrimas, empeoramiento del dolor de cabeza, apatía, somnolencia, vértigos, confusión y desorientación mental, delirios, pérdida del conocimiento, pudiendo llegar a las convulsiones, advierte Sánchez Gelós.

El agotamiento y el golpe de calor son consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas. También se puede dar por el esfuerzo físico intenso en condiciones de calor y humedad o espacios cerrados, generando al cuerpo dificultades para regular su temperatura.

Los adultos mayores muchas veces no perciben la sed adecuadamente y en los niños pequeños ocurre algo similar, con el agravante de que no siempre pueden acceder al agua por sí mismos, remarca el Dr. Sánchez Gelós. También es más crítico para quienes padecen enfermedades cardiovasculares, diabetes u otras patologías predisponentes. Hay que prestar especial atención a estos dos grupos frente a condiciones meteorológicas extremas.

¿Cómo actuar ante un agotamiento o golpe de calor?

“En el inicio de los síntomas el manejo implica garantizar descanso en ambientes frescos y secos (usar ventilador o aire acondicionado), aflojar o sacarle la ropa y usar paños húmedos o agua fresca para enfriar el cuerpo. Darle de tomar agua si la persona está consciente, ofrecer líquidos frescos, preferentemente agua o pecho en lactantes y evitar bebidas azucaradas o calientes. En el caso de los adultos mayores y niños pequeños que se muestran inusualmente calmados, se duermen repentinamente o se desvanecen o si el cuadro empeora es fundamental llamar al sistema de emergencias”, detalla Sánchez Gelós.

Pautas para evitar golpes de calor:

Hidratación: beber líquidos fríos de forma regular. Los adultos deben ingerir al menos 2 litros diarios, y los lactantes tomar pecho más frecuentemente.

Ambientes: permanecer en espacios ventilados, frescos y secos. Evitar exponerse al sol entre las 10hs y las 17hs, al aire libre buscar zonas de sombra.

Ropa: usar prendas sueltas, claras, ligeras y de algodón, también se recomiendan los sombreros o gorras para protegerse del sol.

Alimentación: priorizar frutas y verduras ricas en agua y evitar comidas abundantes y pesadas.

Actividad física: realizar ejercicio preferentemente en espacios abiertos, por la mañana o al atardecer, y mantenerse hidratado antes, durante y después de la actividad.

Cuidado de adultos mayores y niños: asegurar que tengan acceso permanente a líquidos y que permanezcan en lugares frescos, secos y ventilados.

Fuente: Prensa y Comunicación Institucional del Hospital de Clínicas

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