PIDEN REDUCIR LA VELOCIDAD MÁXIMAS DE LOS VEHÍCULOS EN LA CIUDAD

El diputado Alejandro Grillo presentó un proyecto de ley para disminuir las velocidades máximas en las calles y avenidas porteñas.
De aprobarse esta iniciativa, en las avenidas la velocidad máxima permitida dejará de ser de 60 km por hora para pasar a ser de 50 km por hora, con excepción de las Avenidas Figueroa
Alcorta, del Libertador, 27 de Febrero, Brigadier General Juan Facundo
Quiroga y Costanera Rafael Obligado, donde el máximo será de 60
km/h y en la Av. Corrientes en el tramo comprendido entre las calles
Junín y Libertad, donde el máximo será de 40 km/h.
En las calles el máximo actual de 40 kilómetros por hora pasará a ser de 30 km/h) y
en colectoras de vías rápidas: cuarenta kilómetros por hora. El legislador afirma que los siniestros de tránsito, ocupan actualmente el noveno
lugar entre las principales causas de muerte a nivel mundial para todos los
grupos de edad, provocando la pérdida de más de 1 millón 300 mil vidas de 5 y a
29 años y causan traumatismos a cerca de 70 millones de personas en todo el
mundo cada año.
La mitad de las personas que mueren en las vías de tránsito
del mundo son peatones, ciclistas y motociclistas. Además del dolor y el
sufrimiento que acarrean, los siniestros de tránsito constituyen un grave
problema de salud pública y desarrollo, que conlleva elevados costos sanitarios
y socioeconómicos.
No solo las víctimas y sus familias, sino los países en
conjunto sufren considerables pérdidas económicas por su causa: los hechos
de tránsito representan del 1% al 3% del producto nacional bruto en gran parte
de los países. Más del 90% de las defunciones y traumatismos causados por el
tránsito se producen en países de ingresos bajos y medios, donde tan solo
circulan el 54% de los vehículos matriculados a nivel mundial.
Los siniestros de tránsito son una realidad cotidiana, pero
también son predecibles y evitables. Los ciclistas resultan los conductores más
vulnerables en el tránsito, ya que no tienen carrocería protectora, viajan en un
vehículo de equilibrio inestable y se ven menos, al tener menos masa.
La agenda mundial 2030 promovida por las Naciones
Unidas, por Resolución A/RES/74/299, impulsa una nueva década de acciones
para el Desarrollo Sostenible, que incluye el desarrollo un “sistema seguro de
tránsito” que reduzca un 50% la mortalidad en ese tiempo.
Este enfoque, basado en la “Visión Cero” sueca, para en un
largo plazo reducir a cero las lesiones graves o mortales en el sistema de
tránsito. El objetivo de este enfoque es guiar y orientar la construcción de un
sistema vial seguro para evitar los siniestros y, en caso de que se produzcan,
garantizar que las fuerzas del impacto no sean suficientes para causar
traumatismos graves o defunciones. Entiende que la prioridad del sistema de
tránsito debe basarse en proteger la vida de las personas, al adaptar la
infraestructura y las normas de tránsito, teniendo en consideración el error
humano y la fragilidad del cuerpo humano.
Las limitaciones humanas constituyen la base para diseñar
el sistema de transporte y las ciudades, pensando en la movilidad de las
personas. Los usuarios de las vías de tránsito, los vehículos y el entorno o la
red vial se tienen en cuenta de manera integrada, mediante una amplia gama
de intervenciones, entre las que se destacan: la legislación para la reducción de
la velocidad, el rediseño de las carreteras y estructuras de protección, así como
el equipamiento de vehículos para la seguridad de sus ocupantes.
El llamado es a reducir la velocidad a 30 km/h en las calles
y 50 km/h en las avenidas de las ciudades, en todo el mundo, para salvar vidas,
como parte de las metas a lograr en este nuevo Decenio de Acción para reducir
un 50% la mortalidad en el tránsito.
En Argentina, la Ley Nacional de Tránsito dispone que la
velocidad máxima permitida en las calles es de 40 km/h, salvo señalización en
contrario. La mayoría pensará que esta es una velocidad relativamente baja. Y
lo es. Pero no si un vehículo impacta sobre el cuerpo de una persona. Las
lesiones producidas a esa velocidad son sustancialmente más graves que si
sucede a 10 km menos. La posibilidad de sobrevivir al impacto es mucho menor
a 40 que a 30 Km/h.
Según la Asociación Civil Luchemos por la Vida, “estudios
internacionales han demostrado que una disminución de la velocidad de 40
km/h a 30 km/h reduce en dos tercios las muertes en el tránsito. Un peatón
atropellado a 30 km/h tiene un 90% de posibilidades de sobrevivir, pero esa
chance se reduce a un 70%, si es impactado a 40 km/h”.
En esta línea, la Organización Mundial de la Salud publicó
un manual de seguridad vial sobre control de velocidad, donde sostiene que:
“La investigación indica que mientras la mayoría de los usuarios vulnerables
(sin protección) de la vía pública sobreviven si son atropellados por un
automóvil que se desplaza a 30 km/h, la mayoría muere al ser atropellado por
un automóvil que se desplaza a 50 km/h”1
Posteriormente el manual mencionado, afirma que: “ La
mayoría de los usuarios desprotegidos de la vía pública sobreviven si son
atropellados por un automóvil que circula a no más de 30 km/h.”
Un ejemplo de esto es la reducción a 30 km/h que aplicó
España en todo el país, en calles de un solo carril por sentido. Este cambio
normativo, responde a la demanda de distintos municipios, tales como Madrid, Cuenca, Málaga, Barcelona o Pontevedra, entre otras. Ahora se aplicará a
todas las ciudades de España.
En el año 2018, España modificó el límite de velocidad
máxima para las carreteras, pasando de 100 a 90 km/h. En cuanto a vías de
sentido único, el límite establecido es de 20 km/h, y en el caso de vías de doble
sentido, se puede circular a 30 km/h. Finalmente, en las vías de doble sentido
con 2 o más carriles para cada sentido, se permite un límite de 50 km/h.
Cabe mencionar, que el director de la Dirección General de
Tráfico de España dió a conocer los resultados producto de la decisión de
reducir el límite de velocidad en carreteras de 100 a 90 km/h. Esta medida logró
una reducción del 10% en el número de fallecidos en un año.
Asimismo, en Holanda la velocidad máxima en la ciudad es
de 50 km/h, en las carreteras 80 km/h y en autopistas el límite se redujo de 130
km/h a 100 km/h5
, con excepción de la franja horaria comprendida entre las 19
hs y las 06 hs. Particularmente el límite de velocidad máxima para las calles de
Amsterdam, se redujo a 30 km/h a partir de Diciembre de 2023, permitiéndose
en algunas vías principales un límite de 50 km/h solamente para taxis y
autobuses.6
En otro orden, en Canadá, se implementa el límite de 50
km/h en las ciudades, 90 km/h para las carreteras y finalmente 100 km/h en
autopistas.
Pero también produce beneficios en la salud y ambientales,
al incentivar actividades como el caminar y el ciclismo, en lugar del uso del
automóvil, reduciendo las emisiones de CO2 y la contaminación sonora.
Legislar este límite de velocidad de 30 km/h en calles
urbanas y 50 km/h en avenidas, y concientizar a la comunidad local sobre el
tema, contribuye a crear ciudades más seguras, saludables, verdes y
habitables. Numerosas ciudades de países modelo en seguridad vial ya lo han
logrado. En Argentina, distintas jurisdicciones ya se han comprometido
públicamente para impulsar este cambio y en algunas ciudades se ha puesto en
vigencia, demostrando que nuestro país también puede avanzar.
Luchemos por la Vida asegura que distintas ciudades de
Argentina fueron convocadas el año 2021 para trabajar sobre la reducción develocidad a 30km/h, en el marco de la 6ta Semana Mundial de Naciones Unidas
para la Seguridad Vial con fecha del 17 al 23 de mayo del mismo año.
Entre las Ciudades interesadas en la propuesta se
encuentran la Ciudad de Buenos Aires, Villa Carlos Paz, Trelew, Mar del Plata,
Bahía Blanca, San Carlos de Bariloche, la Provincia de Buenos Aires, entre
otras.
En este sentido, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se
comprometió a pintar, a través de la señalización horizontal, la velocidad 30
km/h en las calles con ciclovías.
Por otro lado, Bahía Blanca se comprometió a implementar
la baja de velocidad a 30km/h en Microcentro y en Parque Principal de la
ciudad. Finalmente se legisló y entró en vigencia la “zona 30” tanto en las 36
manzanas del centro de la ciudad, como en la carretera de Parque Mayo. A raíz
de esta implementación, las mediciones de siniestralidad vial mostraron una
reducción del 67% en la cantidad de siniestros desde la implementación de la
medida, comparando el período del año 2019 con el año 2021.