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EL SENADO RECHAZÓ EL PROYECTO DE INTERRUPCIÓN VOLUNTARIO DEL EMBARAZO

Por 38 votos contra 31, con 2 abstenciones (Crexell y Perotti) y una ausencia (Catalfamo), la Cámara de Senadores rechazó el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que había obtenido media sanción en la Cámara de Diputados.

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No hubo sorpresas ni sobresaltos a lo largo del debate. Desde la previa casi todos los senadores habían adelantado su voto y ya era público que, a menos que sucediera algo extraordinario, la norma no prosperaría. El “poroteo” inicial contabilizaba 38 votos en contra y 31 a favor, cerca de lo que marcó el conteo final.

Con este rechazo, la iniciativa no se podrá debatir de nuevo hasta el año que viene, cuando comience el año parlamentario el 1° de marzo. Sin embargo, quienes impulsan la ley reconocen que en 2019 será difícil retomar la discusión debido a que la conformación del Congreso será la misma y, sobre todo, porque es un año electoral.

Si bien los “verdes” mantuvieron la esperanza hasta último momento, el anuncio antes de iniciar la sesión de José Alperovich (Tucumán) de que votaría en contra (estaba indeciso) y la decisión de Silvina García Larraburu de cambiar su postura (iba a ser a favor y finalmente fue en contra, a pesar de que su bloque, el Frente para la Victoria, acompañó), fueron dos golpes que pusieron fin a la discusión. Porque si bien los pro aborto podían apuntar a las ausencias, ya no quedaba margen para sumar adeptos. Y no contar con el desempate de Gabriela Michetti -ferviente militante anti aborto- los obligaba a juntar 36 votos.

La otra apuesta de quienes impulsan la ley era la calle. Bajo la consigna “Fuimos un millón, seamos dos millones”, en referencia a la movilización el día del debate en Diputados, las mujeres llegaron a la puerta del Congreso con la intención de lograr un golpe de efecto en el recinto. Pero ni la emocionante vigilia, de la cual participaron actrices y diputadas, logró sacar adelante la norma.

Los “celestes” también dejaron su huella en las inmediaciones del Senado. Desde el martes a la noche se congregaron y durante todo el miércoles hubo shows, cánticos y una marea de gente que llegó a vivir el momento de la votación. La euforia era notablemente más grande que el día de Diputados, cuando sufrieron con la media sanción. La sensación fue en todo momento de que se llevarían una victoria.

Dentro del recinto, los legisladores fueron fieles a los discursos que venían dando durante los días anteriores. En contra de la ley, Mario Fiad (UCR-Jujuy), presidente de la comisión de Salud (cabecera), Esteban Bullrich (Cambiemos-Buenos Aires), Rodolfo Urtubey (PJ-Salta) y Julio Cobos (Cambiemos-Mendoza) fueron de los más duros.

Fiad, médico, primero citó que el texto es “violatorio de la Constitución Nacional y de los tratados internacionales” y luego brindó argumentos relacionados a su profesión: “Un aborto hasta la semana 14 no se justifica sólo con el deseo de la mujer. Como médico no puedo estar a favor del aborto a demanda. Este proyecto no soluciona los problemas que se plantearon como argumentos a favor”.

Y completó: “Hay que tener políticas de inclusión social para bajar la mortalidad. No aplicamos la Ley de Educación Sexual y hoy queremos legislar sobre eso. Se devaluó el valor de la vida y de las convicciones“.

Esteban Bullrich, uno de los más militantes del rechazo, hizo hincapié en las convicciones de cada legislador: “No las podemos dejar de lado. Empobrece al Senado que nos hayan pedido eso. La discusión es si en el vientre hay un argentino que hay que amar y defender”.

También les respondió a quienes lo acusan de negar que el aborto existe y seguirá existiendo: “No desconocemos la realidad. Las mujeres creen que es algo que no pueden superar. Eso no es un fracaso de la mujer, es un fracaso de la sociedad. La maternidad no debería ser un problema. El aborto es un fracaso social. El proyecto legaliza el fracaso”.

Probablemente el más controvertido fue el de Rodolfo Urtubeyquien relativizó la violencia intrafamiliar en casos de violación: “Hay algunos casos donde la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violación pero tampoco se puede hablar de consentimiento, sino de una subordinación, de una sujeción”. Fue muy criticado en las redes sociales.

Por su parte, a favor de la ley se destacaron Pedro Guastavino (Entre Ríos), Beatriz Mirkin(Tucumán), Humberto Schiavoni (Misiones), Norma Durango (La Pampa) y Pamela Verasay (Mendoza). El primero apuntó directamente contra el rol de la Iglesia en el debate: “Me lo pasé atajando y esquivando crucifijos de un sector de la Iglesia que, quizá, sea el mismo sector que cuando nos desaparecían o nos torturaban daba vuelta la cara”. Y pidió que se apruebe la norma porque “Argentina será un poco mejor”.

Mirkin realizó un encendido discurso criticando la postura anti aborto por no proponer nada: “La verdad que plantearse la consigna política en la calle de ‘aborto sí, aborto no’ y ‘salvemos las dos vidas’ sirve solamente para que sigamos igual, sirve para que sigamos teniendo abortos clandestinos. Y yo no voy a aceptar estar ni con el verde ni con el celeste, estoy como patriota luchadora por los derechos de las mujeres, sentada acá hoy para legislar”.

Y también descartó como solución la adopción: “He estado en el Poder Ejecutivo de mi provincia y he visto a los chicos que no se aceptan en adopción, y no es porque la Justicia los demore, es porque no los quieren a los chicos si son negritos”.

Schiavoni, uno de los pocos miembros de Cambiemos que acompañará, reiteró que “la criminalización ha fracasado” y le pidió al cuerpo: “Seamos sinceros y dejemos la hipocresía de lado, los abortos se realizan”.

“Nunca se sale indemne del aborto; las muertes por abortos hechos clandestinamente se producen todos los días, el último registrado fue el 6 de agosto, esto es nuestra responsabilidad y no podemos mirar para el costado. Este es un debate que no tiene marcha atrás, si hoy no se aprueba, la sociedad va a avanzar en este sentido en los próximos años”, concluyó el misionero.

Durango apeló a un concepto que eligieron muchos senadores a favor de la iniciativa: que los abortos clandestinos son una realidad. “El debate es legal o ilegal. La ley no obliga, sólo da derecho a elegir. El aborto es doloroso, es una tragedia pero sucede y sucederá más allá de la ley. Ninguna mujer debe morir por decidir sobre su cuerpo”.

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